alicia no cayó en un túnel, sino en una alcantarilla
el sombrerero era solo un prófugo de hospital psiquiatrico,
el gato un adicto al valium
y la reina de corazones una prostituta con las medias corridas
sábado
y yo que pensaba enamorarte con mi olor a porro y vainilla
yo hablaba de blisters vacíos y de hojas frías de gillette, pero vos con tu lenguaje de alfajores de maicena y canciones de los clash, me supiste distraer, es que, me gusta que me mires como los personajes de Almodóvar, y que me llames niña, aunque tenga estos ojos asquerosamente infames.
1 comentario:
Olor a porro y vainilla. Joder, qué seductor, y qué buenos los últimos dos versos. :)
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